Ressenya del bloc "cabra de monte"
Hola. Tal i com s’explica a la piulada anterior, suposo que la heu llegida, la intenció dels intrèpids GALLS (lo Juanito, lo Llauis i lo Sergi) era anar a fer l’Espolon del Gállego+Espolon Fuertes. Tot va quedar amb les ganes ja que després de cruspir-nos uns ous farrats amb xoriç, en arribar a la pista d’accés a la via , foteia un fred de collons i un airet que com diu lo nostre ínclit GALL lo Juanill , “Hace un céfiro que jode el cutis”. A tot això li hem d’afegir que sabíem que hi hauria xiquetes a la Sendero Limite i, es clar , es va esvalotar lo galliner. Com cap dels tres l’havíem feta…….”ora pronobis”.
El cas es que anem a fer la Sendero Limite amb les bones referencies dels nostres GALLS “manolos” de la setmana passada. Comprovem que tenen raó , es una via guapa, ben equipada i el grau assequible, a mes a mes , la roca molt bona.
Lo de les xiquetes.... ho vàrem encertar, tres noies Navarreses ,(la Idoia, la Elena i la Mireia), força simpàtiques i que tot plegat es va fer la escalada encara mes agradable. No farem cap mes comentari i delecteu-vos amb lo reportatge gràfic.
El cas es que anem a fer la Sendero Limite amb les bones referencies dels nostres GALLS “manolos” de la setmana passada. Comprovem que tenen raó , es una via guapa, ben equipada i el grau assequible, a mes a mes , la roca molt bona.
Lo de les xiquetes.... ho vàrem encertar, tres noies Navarreses ,(la Idoia, la Elena i la Mireia), força simpàtiques i que tot plegat es va fer la escalada encara mes agradable. No farem cap mes comentari i delecteu-vos amb lo reportatge gràfic.
Lo Juanito al L1
La Idoia, la Elena i la Mireia
Lo Juanito al L2
La Idoia al L1
Lo Llauis al L2
"Va por ustedes"
Lo Sergi i lo Juanito al L3
Lo Llauis al L4
La Elena al L3
Mireu la cara del Juanito
La elegancia d'un gran GALL
Lo Llauis al L5
Quin munt de gent!!!!
Qu'en sap de parar la Cresta!eh??
La Idoia tibant
Lo Juanito i lo Sergi al L6
La Mireia
Lo Sergi al L7
Lo Llauis al L8
GALL, GALL...
Lo Sergi aguantan la sindria.
Cabasudos
Fotocim
Fotobligada
LO XIST :
Asunto: Estimada Señoría...Muy bueno
Como algunos de vosotros sabréis a estas alturas, el que fue juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo ha dictado una sentencia en la que afirma que llamar "zorra" a una mujer no es delito ni falta ni nada porque quien usa ese adjetivo en realidad quiere decir que dicha mujer es astuta y sagaz. He aquí el escrito que le ha remitido una ciudadana……
"Estimado juez Del Olmo: Espero que al recibo de la presente esté usted bien de salud y con las neuronas en perfecto estado de alertacomo es habitual en Su Señoría…
El motivo de esta misiva no es otro que el de solicitarle amparo judicial ante una injusticia cometida en la persona de mi tía abuela Felicitas y que me tiene un tanto preocupada. Paso a exponerle los hechos:
Esta mañana mi tía abuela Felicitas y servidora nos hemos cruzado en el garaje con un sujeto bastante cafre que goza de una merecida impopularidad entre la comunidad de vecinos. Animada por la última sentencia de su cosecha, que le ha hecho comprender la utilidad de la palabra como vehículo para limar asperezas, y echando mano a la riqueza semántica de nuestra querida lengua española, mi querida tía abuela, mujer locuaz donde las haya, le ha saludado con un jovial "que te den cabrito". Como una hidra, oiga. De poco me ha servido explicarle que la buena de la tía abuela lo decía en el sentido de alabar sus grandes dotes como trepador de riscos, y que en estas épocas de recortes a espuertas, desear a alguien que le den algo es la expresión de un deseo de buena voluntad. El sujeto, entre espumarajos, nos ha soltado unos cuantos vocablos, que no sé si eran insultos o piropos porque no ha especificado a cuál de sus múltiples acepciones se refería, y ha enfilado hacia la comisaría más cercana haciendo oídos sordos a mis razonamientos, que no son otros que los suyos de usted, y a los de la tía abuela, que le despedía señalando hacia arriba con el dedo corazón de su mano derecha con la evidente intención de saber hacia dónde soplaba el viento. Como tengo la esperanza de que la denuncia que sin duda está intentando colocar esa hiena -en el sentido de que es un hombre de sonrisa fácil- llegue en algún momento a sus manos, le ruego, por favor, que intente mediar en este asunto explicándole al asno -expresado con la intención de destacar que es hombre tozudo, a la par que trabajador- de mi vecino lo de que las palabras no siempre significan lo que significan, y le muestre de primera mano esa magnífica sentencia suya en la que determina que llamar zorra a una mujer es asumible siempre y cuando se diga en su acepción de mujer astuta. Sé que es usted un porcino -dicho con el ánimo de remarcar que todo en su señoría son recursos aprovechables- y que como tal, pondrá todo lo que esté de su mano para que mi vecino y otros carroñeros como él -dicho en el sentido de que son personas que se comen los filetes una vez muerta la vaca - entren por el aro y comprendan que basta un poco de buena voluntad, como la de mi tía abuela Felicitas, para transformar las agrias discusiones a gritos en educados intercambios de descripciones, tal y como determina usted en su sentencia, convirtiendo así el mundo, en un lugar mucho más agradable.
Sin más, y agradeciéndole de antemano su atención, se despide atentamente, una víbora (evidentemente, en el sentido de ponerme a sus pies y a los de su señora), y saludos a las zorras de su esposa y madre.
Como algunos de vosotros sabréis a estas alturas, el que fue juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo ha dictado una sentencia en la que afirma que llamar "zorra" a una mujer no es delito ni falta ni nada porque quien usa ese adjetivo en realidad quiere decir que dicha mujer es astuta y sagaz. He aquí el escrito que le ha remitido una ciudadana……
"Estimado juez Del Olmo: Espero que al recibo de la presente esté usted bien de salud y con las neuronas en perfecto estado de alertacomo es habitual en Su Señoría…
El motivo de esta misiva no es otro que el de solicitarle amparo judicial ante una injusticia cometida en la persona de mi tía abuela Felicitas y que me tiene un tanto preocupada. Paso a exponerle los hechos:
Esta mañana mi tía abuela Felicitas y servidora nos hemos cruzado en el garaje con un sujeto bastante cafre que goza de una merecida impopularidad entre la comunidad de vecinos. Animada por la última sentencia de su cosecha, que le ha hecho comprender la utilidad de la palabra como vehículo para limar asperezas, y echando mano a la riqueza semántica de nuestra querida lengua española, mi querida tía abuela, mujer locuaz donde las haya, le ha saludado con un jovial "que te den cabrito". Como una hidra, oiga. De poco me ha servido explicarle que la buena de la tía abuela lo decía en el sentido de alabar sus grandes dotes como trepador de riscos, y que en estas épocas de recortes a espuertas, desear a alguien que le den algo es la expresión de un deseo de buena voluntad. El sujeto, entre espumarajos, nos ha soltado unos cuantos vocablos, que no sé si eran insultos o piropos porque no ha especificado a cuál de sus múltiples acepciones se refería, y ha enfilado hacia la comisaría más cercana haciendo oídos sordos a mis razonamientos, que no son otros que los suyos de usted, y a los de la tía abuela, que le despedía señalando hacia arriba con el dedo corazón de su mano derecha con la evidente intención de saber hacia dónde soplaba el viento. Como tengo la esperanza de que la denuncia que sin duda está intentando colocar esa hiena -en el sentido de que es un hombre de sonrisa fácil- llegue en algún momento a sus manos, le ruego, por favor, que intente mediar en este asunto explicándole al asno -expresado con la intención de destacar que es hombre tozudo, a la par que trabajador- de mi vecino lo de que las palabras no siempre significan lo que significan, y le muestre de primera mano esa magnífica sentencia suya en la que determina que llamar zorra a una mujer es asumible siempre y cuando se diga en su acepción de mujer astuta. Sé que es usted un porcino -dicho con el ánimo de remarcar que todo en su señoría son recursos aprovechables- y que como tal, pondrá todo lo que esté de su mano para que mi vecino y otros carroñeros como él -dicho en el sentido de que son personas que se comen los filetes una vez muerta la vaca - entren por el aro y comprendan que basta un poco de buena voluntad, como la de mi tía abuela Felicitas, para transformar las agrias discusiones a gritos en educados intercambios de descripciones, tal y como determina usted en su sentencia, convirtiendo así el mundo, en un lugar mucho más agradable.
Sin más, y agradeciéndole de antemano su atención, se despide atentamente, una víbora (evidentemente, en el sentido de ponerme a sus pies y a los de su señora), y saludos a las zorras de su esposa y madre.
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